MENSAJE

por Gastón Insua

Gastón Insua

Si no escribo lo que siento, me voy a morir por dentro.

MENSAJE

La veo venir. Saliendo desde la oscuridad. Me mira de manera rara. No llego a distinguir quién es hasta que la tengo a un par de pasos. Es mi hermana que dice algo que no escucho. Me concentro especialmente en sus labios, y pongo especial atención en los sonidos.

“Decime que cierre el gas”, me dice. Y despierto.

Son las 3 de la mañana. Me siento confundido. El sueño fue extraño. Es la primera vez que alguien me envía un ¿mensaje? en un sueño.

Son las 3 de la mañana. No estoy seguro de que sea buena idea llamar a esta hora. Los mellizos se van a despertar, con lo que le cuesta dormirlos… Y Aldo se levanta en 2 horas para salir al trabajo… Pero el mensaje no es joda, si lo paso por alto y después… no quiero pensar lo peor. Mi amigo Maxi me diría: ¿con qué problema prefieres convivir?

La llamo, todavía yo estoy dormido… me imagino ellos… pero la llamo. Porque no voy a correr el riesgo de cargar con la culpa de… ¡basta! Fue un sueño. No pasa nada. Después de todo, si tenemos suerte será una molestia corta, apenas de unos segundos.

El teléfono llama. Llama pero no atiende. Le escribo por WhatsApp pero no se conecta desde las 22:07. Me empieza a preocupar. Pienso un instante. Dejo el teléfono llamando mientras me voy cambiando para salir hacia su casa.

Salgo a medio vestir, me termino de alistar mientras manejo ya bastante nervioso. Antes de lo esperado me encuentro frente a su casa. Maldita la hora en que decidieron deshabilitar el timbre. Golpeo la puerta. Nadie responde. Golpeo más fuerte. Me desespera la situación. El perro comienza a ladrar pero no escucho ruidos adentro y nadie viene a la puerta. No puedo creerlo. Doy unos pasos hacia atrás. En el medio de la oscura noche ya no pienso, cruzo la calle para mejorar la perspectiva y ver si por alguna parte de la pared puedo saltar para entrar a la casa. Me siento un tanto aturdido.

La veo venir. Saliendo de la oscuridad. Me mira de manera rara. Es mi hermana tal como la vi en mi sueño hace unos instantes. Me dice algo pero nuevamente no logro escucharla. Me concentro en sus labios, y pongo atención en los sonidos; casi copiando lo que hice en el sueño.

“Decime que cierre el gas”, me dice. Y despierto.

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